En las civilizaciones antiguas el elemento oro fue fuente de vida; los cuatro elementos hermanos: tierra, aire, agua y sol (fuego) eran libres de costo; el oro por otro lado también fue libre de costo; los niños jugaban con pepitas de oro en los caminos y senderos, el metal fue usado como ornamental; el Inca se frotaba con polvo de oro las heridas de su cuerpo, exponiéndose al sol para identificarse con el, y fusionándose con este astro dorado para curarse interna y externamente.
Pero mas tarde, este metal se convirtió en parte de una cadena de explotación y procesos de negocios ambiciosos a lo largo de una historia traumática.