Los pintores americanos tomaron la imagen de la alegoría de américa de Cesare Ripa, la vistieron para eliminar la desnudez, que se asociaba con lo salvaje, y delinearon sus rasgos indígenas de ojos un poco rasgados y piel cobriza, sustituyéndolos por una fisonomía y color de piel más ajustados a la manera criolla o mestiza, para recrear la mezcla entre españoles e indígenas y, de ésta manera, legitimar sus derechos sobre este territorio.
Reg. 18