Figura femenina estante, en ligero contraposto, vestida con larga túnica que forma múltiples pliegues. Sostiene una espada en alto con la mano derecha y una balanza con la otra. Se sustenta sobre una base cilíndrica decorada con altorrelieves de cabezas zoomorfas, en torno a la que se disponen cuatro figuras infantiles sobre zócalos. Una de ellas sostiene una cartela con un escudo; otra, una corona y una palma; la siguiente, un tintero con una pluma y la última, un libro abierto. En la filacteria alrededor del escudo, inscripción grabada: "1849 / AL ILL. / Sr. D. FERNANDO ALVAREZ / LA / VILLA DE MEDINA DE / POMAR". Presenta marcas en la base de una de las figuras de la peana: "Castillo / Z sobre M / Escudo coronado con osa y madroño sobre cronológica 49". El conjunto se sustenta sobre cuatro patas ornadas con veneras y motivos vegetales estilizados y se completa con una base circular de madera moldurada y un fanal de cristal.
Esta escultura es una alegoría de la Justicia, identificada por los símbolos que porta la figura: la espada y la balanza. Pertenece a las producciones de la Real Fábrica de Platería Martínez, según la información que aporta el marcaje de la pieza. Así aparecen las iniciales Z sobre M con el perfil lobulado para cada letra, que se corresponden con la letra inicial y última del apellido Martínez. Se completa con la marca de Villa y Corte para 1849, año en el que la Fábrica se encontraba bajo la dirección de José Ramírez de Arellano (su último director desde 1846), que en muchas ocasiones repite modelos de su antecesor, Pablo Cabrero. Por ello se inscribe dentro de la tendencia clasicista que se identifica con la etapa final de la Fábrica. En cuanto a la temática se pueden establecer paralelismos de esta pieza con la Alegoría de la Justicia de la Real Fábrica de Alcora que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional (CE57676), que presenta una figura similar portando la espada.
Durante el reinado de Isabel II se incrementaron notablemente las piezas de orfebrería solicitadas por particulares para decorar sus estancias, en especial la burguesía emergente. Están asociadas con homenajes y regalos públicos que incorporan la dedicatoria grabada y la iconografía simbólica alusiva a la circunstancia del encargo como se aprecia en este caso. De ahí que la pieza constituya un regalo de la villa de Medina de Pomar (Burgos) a Don Fernando Álvarez Martínez en 1849 tras su nombramiento como Subsecretario de Gracia y Justicia. En el Museo del Romanticismo también se conserva el retrato de este personaje firmado por Federico de Madrazo y Kunt en el año 1849 (CE0561).