Luis XIV ocupa el centro de la composición, flanqueado por Neptuno que le ofrece sus buques mientras que Marte le trae sus tropas. Puede hacerse un paralelismo con la composición en la que se muestra a la Resolución de hacer la guerra a los holandeses, donde el rey se encuentra entre Marte y Minerva. Neptuno blande su tridente, Marte su lanza; las dos divinidades están de pie en sus respectivos carros, uno terrestre, el otro marino. Plutón ha forjado las armas y armaduras que se le presentan al rey, mientras que los metales preciosos del imperio se han dispuesto en primer plano. Curiosamente, el propio Plutón aparece en la parte superior y como retraído, pese a que ocupaba el primer plano, en lugar de Marte, en el dibujo preparatorio que se conserva en el Palacio de Versalles: El rey es aconsejado por la Previsión que sostiene un compás y un libro abierto. Minerva, que simboliza la Sabiduría, sostiene por encima del rey su casco con penacho ataviado con la corona real. Mercurio también se encuentra junto al rey, llevando su escudo, como símbolo de la Elocuencia real. Entre las nubes, Ceres aporta el suministro de trigo necesario para las tropas, mientras que, en simetría, Apolo preside la construcción de las murallas de las ciudadelas.