Tierra de los dos ríos hace referencia a la tierra delimitada por los ríos Tigris y Éufrates, cuna de la antigua Babilonia, hogar de Gilgamesh —cuya leyenda explora Kiefer en Gilgamesh y Enkidu en el bosque de cedros II (Gilgamesch und Enkidu im Zedernwald II, 1981), también perteneciente a la colección del Museo Guggenheim Bilbao—, y una región clave para el judaísmo y el cristianismo. Fue en esa región donde los sumerios inventaron la escritura en el cuarto milenio antes de Cristo. Las pinturas de Kiefer evocan la tierra, sus civilizaciones y la creación de la cultura escrita. El título, inscrito en la esquina superior derecha del lienzo, puede interpretarse como una alusión a la propia palabra escrita, que deja una huella duradera que transciende las civilizaciones y las épocas. Esta obra monumental se vio precedida por una escultura del mismo nombre, en la que varios libros de plomo transmiten la sensación de durabilidad de la palabra escrita y de la historia.