La materia del tiempo

La materia del tiempo está constituida por ocho esculturas encargadas a Richard Serra por el Museo Guggenheim Bilbao en dos momentos diferentes: Serpiente fue realizada para la inauguración del Museo y en 2005 se sumaron a ella las otras siete esculturas que forman La materia del tiempo. Esta obra constituye la reflexión más completa de Serra en torno a la fisicidad del espacio y la naturaleza de la escultura. El artista trabaja el acero para crear torsiones elípticas, espirales, secciones de esferas y toros. En esta etapa de su trayectoria, Serra amplía la concepción espacial y temporal de la escultura y se centra en obras que dialogan con los lugares para los que han sido creadas. En La materia del tiempo, el artista considera la totalidad de la sala como parte del campo escultural y organiza las obras con la intención de que el espectador se mueva libremente entre ellas y en el espacio que las circunda. A medida que se atraviesan y rodean, las esculturas se transforman inesperadamente y originan una vertiginosa sensación de espacio dinámico, un extraordinario juego de sensaciones que cuestiona nuestra noción del tiempo y del espacio.