El cultivo del olivo y la producción y consumo de aceite de oliva tienen una gran tradición en la isla de Mallorca. Tradicionalmente, el aceite de oliva elaborado en Mallorca ha sido reconocido y apreciado tanto por los habitantes de la isla como por los ciudadanos de las zonas con las que históricamente se han mantenido relaciones comerciales, en especial con el sur de Francia.