Esta fotografía muestra el abandono que experimentó el submarino Peral tras ser rechazado por el recién nombrado Ministro de Marina, Beránger; la nueva Comisión Técnica que, a pesar del éxito de las pruebas del submarino, planteó una serie de condiciones de difícil cumplimiento con objeto de ralentizar o detener el proyecto y el Consejo de Marina que dio carpetazo definitivo al proyecto. El submarino permaneció arrumbado en el Arsenal de la Carraca.
En 1913 se ordenó su desguace, orden que no llegó a cumplirse. Sería trasladado a Cartagena en 1929 a petición del almirante D. Mateo García de los Reyes, fundador del Arma Submarina Española.