El río está representado por una franja azul que atraviesa la superficie de la tela. Un hombre con una hélice o remos sujetos al pecho y las manos marcadas por un círculo, aparece cruzado sobre el azul del agua, mientras alguien presencia la escena a la distancia. La obra muestra el resultado de un episodio vivido o imaginado que el autor convierte en metáfora, en esta pintura que donó a la UdeG en 1995, y que forma parte del acervo del MUSA.