Otra de las imágenes que Diego Rivera toma de sus murales para trabajar en litografía es La maestra rural , de 1932. La obra ofrece una escena de campo en donde se observa a un grupo de gente en primer plano, entre los cuales conviven ancianos, niños, mujeres y hombres, bajo la orientación de una maestra que, como ellos, es indígena. No cuenta con un espacio físico para realizar su labor de enseñanza y por ello aparece en el campo, donde también hay varios hombres que trabajan la tierra. Asimismo, aparece en la escena un jinete con rifle en mano, recordándonos que la Revolución aún está presente y que “la educación para todos” es uno más de sus frutos.