Este lienzo se pone en relación con las obras de pequeño formato inspiradas en la serie de cartones para tapices, entre ellas las seis pinturas, "Juegos de niños, con destino a la Real Fábrica de Santa Bárbara de Madrid.
Goya, como ilustrado denuncia la defectuosa educación de los niños desde su primera infancia, como también apunta en determinadas estampas de los Caprichos ( nº 3, 4, 25, 79 y 80). La radiografía del lienzo evidencia su reutilización, ya que primero sirvió para algún boceto para la cúpula del Pilar, Regina Martyrum.