Esta obra corresponde a la etapa creativa denominada de los grandes huesos. El carácter arqueológico de esta época nos remite al interés por el primitivismo que el artista ya había mostrado anteriormente en su trabajo. Es un momento de una producción amplia y variada, en varios formatos, en el que las obras se trabajan como series en conjuntos. A veces, como en este caso, las diferentes piezas que forman la obra se acogen sobre una gran estructura de hierro forjado, formando una especie de esqueleto imaginario. Martí Royo i Tàrraga (1949 - Altafulla 1997) Formado en la Escola-Taller d’Art de Tarragona y en la Escola Superior de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona, combinó los estudios de escultura trabajando en el taller del escultor Joan Rebull. Era un artista en continua experimentación, a la búsqueda de nuevas técnicas y nuevas posibilidades materiales. Le interesaba trabajar particularmente la textura, superficies rugosas con cierto carácter primitivo. Preocupado por las cosas sencillas, buscaba lo más esencial en sus obras tanto formal como conceptualmente. Uno de sus objetivos era crear obras para integrarlas en el espacio. Este era uno de sus objetivos, crear esculturas para ser ubicadas al aire libre. Una de sus obras más importantes fue una especie de dragón que ubicó en el Museu d’Instal·lacions Artístiques a l’Aire Lliure de Vespella de Gaià. Assumpta Rosés