Petrus Christus es un pintor flamenco del siglo XV, vinculado a la ciudad de Brujas. Su estilo tiene conexiones con el de Jan Van Eyck, del que tomó sus modelos y simplificó sus esquemas compositivos. Su producción evidencia también el conocimiento de la obra de Rogier van der Weyden, en la disposición de los temas y en la expresividad de los personajes. La Virgen del árbol seco, que fue atribuida a Petrus Christus por Grete Ring en 1919, es un tema poco habitual. Esta representación está relacionada con la cofradía de Nuestra Señora del Árbol Seco, a la que el artista y su mujer pertenecieron. Se supone que algún cofrade pudo haberle encargado la obra para su devoción privada o incluso que fuera del propio Petrus Christus. En esta pequeña tabla el artista ha representado simbólicamente el mensaje de la Redención, a través de las figuras de la Virgen y el Niño, como narra el Libro de Ezequiel, haciendo alusión a María como la Nueva Eva y al árbol seco, que se ha interpretado como el Árbol de la Ciencia, marchito tras el pecado original y que volvió a florecer con la concepción de Jesús. El Niño aparece en la composición como Redentor de la humanidad, llevando en la mano el globo coronado con la cruz.