Lápida sepulcral procedente de Béjar (Salamanca). Posee una original inscripción hebrea de doble trazo y gran formato siguiendo todo el contorno.
Está dedicada a Donya Fandueña: “Doña Fadueña descanse en gloria, gloriosa princesa en lo interior”.
Traducción del profesor Francisco Cantera Burgos, hebraísta y fundador el Instituto Arias Montano y de la revista Sefarad.