Es uno de los postres más antiguos de los que se tiene constancia (hay recetas muy similares en el libro De Re Coquinaria, un recetario en latín del siglo IV o V) y tiene sus versiones en países como Francia o Portugal. En España se elaboran en toda la geografía y están muy asociadas a la Semana Santa, aunque actualmente es posible encontrarlas en las cartas de muchos restaurantes durante todo el año. De origen humilde, no es más que pan mojado en leche o vino y frito.