Esta pieza se utilizaba para contener hemorragias en amputaciones, heridas y otras operaciones de las extremidades. Consta de dos chapas cuadradas arqueadas, que se unen o separan por un tornillo de presión apoyado en la chapa inferior. Ésta lleva una almohadilla cubierta de gamuza. Para su correcto uso las chapas deben estar en contacto, la almohadilla colocarse sobre la arteria y la cinta ajustarse a la extremidad para empezar a girar el tornillo, que aplica presión sobre la arteria.
Los avances en la práctica médica para amputaciones fueron de lo más destacado en la medicina y la cirugía del siglo XVIII. Aunque se documentan la existencia de torniquetes desde la antigüedad fue durante este siglo cuando se perfeccionaron gracias a los estudios del cirujano francés Jean Louis Petit. Su torniquete perfeccionado se convirtió en uno de los mejores avances en el campo de la anestesia.