Destacar, en primer lugar, Granada realizada en 1909 desde la famosa vista del Mirador de San Nicolás en el Albaicín. Al igual que en las otras vistas de la sierra escoge el momento del atardecer en el que representa la luz rasante sobre el paisaje a través de pequeños toques de pincel que generan puntos de luz en ventanas y balcones, haciendo que la composición vibre.