Cofre

Cofre encorado, con la caja de planta rectangular y la tapa abombada que se abre en un plano inclinado, hecho de madera ensamblada, y todo recubierto de cuero claveteado con tachas de latón. Tiene dos asas en los laterales y una cerradura de hierro dorado. El claveteado de las tachas tiene una decoración ornamental simétrica, siguiendo unas líneas curvas y de entrelazado. Hay un cajón en la parte inferior izquierda y una portezuela a la derecha, con tres cajones en el interior, como un arca de novia, y seguramente debía de formar parte de la dote de una novia, como mueble contenedor de su ajuar. La forma abombada, las asas y el recubrimiento determinan que además de ser un mueble contenedor estaba diseñado especialmente para el transporte. El cuero de este cofre o baúl no tan sólo lo embellecía, sino que protegía el interior de la acción de la humedad y de los insectos. Los cofres encorados, con esta forma y una decoración claveteada similar, eran muy habituales en Cataluña a partir del siglo XVII.