La pieza de la colección del Museo de las Artes (MUSA) no fue titulada por el artista. En ella aparece un torso femenino que domina la parte central del cuadro. La superficie está dividida en planos geométricos, y la figura del fondo es separada mediante la diferenciación de las tonalidades del color. La segmentación de las formas, derivada del cubismo analítico, dan a la composición un soporte estructurado a partir de líneas que se entrecruzan y van definiendo las áreas cromáticas luminosas. Medina Moreno usó un colorido rico en matices, que aplicó de manera arbitraria, sin correspondencia con la naturaleza, en función de la estética y la composición del cuadro.