Los lienzos expansivos de Clyfford Still, dominados por irregulares campos de color, influyeron en los artistas del Expresionismo Abstracto, especialmente en Barnett Newman y Mark Rothko, que compartieron su interés por lo sublime en un sentido metafísico. En lugar de una representación realista del mundo, Still buscaba reflejar una experiencia trascendental que fuera puramente visual, indescriptible. El artista defendía ideales que consideraba singularmente americanos, como la libertad y la individualidad, que se plasmaron en sus pinturas y en su trayectoria artística. Despreció los aspectos comerciales del mundo del arte, se distanció cada vez más de la floreciente Escuela de Nueva York y se negó a exponer su obra entre 1952 y 1958. Pintó Sin título después de haber abandonado Nueva York y haberse recluido en una granja de la Maryland rural en 1961. La obra destaca por su lienzo prácticamente desnudo, que confiere a la pieza una gran luminosidad general, y su pronunciada verticalidad —la línea roja de 2,5 metros de alto y las formas ocres parecen elevarse y romper los límites de cualquier estructura cerrada—.