Durante el siglo XIV el culto a los santos mártires Luciano y Marciano recibió, en Vic, un impulso considerable. Esta urna contuvo sus reliquias, que eran veneradas en la antigua capilla de Sant Sadurní (posteriormente absorbida por la iglesia de la Pietat). La cara frontal contiene la representación de tres episodios de su vida tal como se describen en la "Leyenda áurea". Así, la primera escena (a la izquierda) nos presenta a Luciano y Marciano utilizando las artes diabólicas para tentar tan insistente como infructuosamente a una doncella virgen y casta. La segunda escena (en el centro) representa el momento en que Luciano y Marciano, ya convertidos al cristianismo, son conducidos ante el pretor Sabino, que les interroga y los condena. En la tercera escena (a la derecha) se ve la representación del martirio, en la que encontramos una anticipación de la fórmula iconográfica que acabaría imponiéndose para representar a los santos mártires: atados a una columna y entre llamas.