Entre las múltiples facetas de la actividad de Santiago Rusiñol (Barcelona, 1861 – Aranjuez, 1931) hay que tener en cuenta también la de arqueólogo amateur, muy ligada a la pasión por el coleccionismo. En el año 1913, junto con su amigo Josep Costa, aficionado a la arqueología y anticuario, Rusiñol fue a excavar en la necrópolis de Puig des Molins, en Ibiza. Como resultado de esta aventura, resultó un interesante conjunto de piezas púnicas, romanas e islámicas que expuso en el Cau Ferrat. Entre ellas este vaso de terracota en forma de cabeza humana.
Se desconoce con certeza la función de este tipo de objetos. Para algunos autores se podría tratar de vasos para libaciones utilizados en ceremonias religiosas, mientras otros los interpretan como biberones.