Miguel de Cervantes es un magnífico poeta y a la poesía dedicará gran parte de su vida. Y este libro, escrito en un momento crucial de su vida, con sus aspiraciones de formar parte de la academia literaria del Conde de Lemos en Nápoles, es buena prueba de ello. Un libro lleno de ironía, como lo muestran los privilegios, ordenanzas y advertencias con que acaba el libro:
Es el primero, que algunos poetas sean conocidos tanto por el desaliño de sus personas como por la fama de sus versos.
Ítem, que si algún poeta dijere que es pobre, sea luego creído por su simple palabra, sin otro juramento o averiguación alguna.
Escáner de la página digital 202