Las minas de oro, aunque nunca llegaron al nivel de producción de las de plata, suministraban a la Corona y a los clientes de los orfebres locales de la Hispanoamérica virreinal, especialmente en el Virreinato del Perú. Este portaviático, probablemente creado en un taller de Lima a finales del siglo XVII, está hecho de oro y decorado con elementos esmaltados, esmeraldas y rubíes. Sirve, como su nombre indica, para contener el viático, el sacramento de la eucaristía que se administra al enfermo que está en peligro de morir.