En enero de 1773, cuando la Real Academia Española comienza el proyecto de una edición canónica del Quijote, el coronel Vicente de los Ríos leyó ante la corporación un “Elogio de Cervantes”, base de su futura biografía cervantina, que verá la luz en 1780, un año después de su muerte. El proyecto de una biografía cervantina arranca unos años antes como pone de manifiesto esta carta autógrafa, donde Vicente de los Ríos establece con el editor Antonio de Sancha las condiciones para la publicación de las Memorias de Miguel de Cervantes Saavedra, sacadas de sus escritos originales, de documentos auténticos y de autores contemporáneos.
Frente al modelo editorial de una edición anotada, que seguirá el reverendo John Bowle en su edición del Quijote de 1781 y que luego retomará Juan Antonio Pellicer en la suya de 1797-1798, la Real Academia Española prefiere seguir el modelo de la edición de lujo de Londres de 1738, por lo que incluirá al inicio de la obra una nueva biografía, acompañada de un meticuloso análisis literario del Quijote. La de Vicente de los Ríos será una de las biografías cervantinas más seguidas y respetadas hasta que llegó la de Martín Fernández de Navarrete en 1819.
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