Mujer vestida de negro a la usanza del luto de las viudas, como si estuviese saliendo de misa, portando un sutil velo de seda sobre la cabeza, que permite entrever la laxitud de su rostro. Lleva un rosario en su mano izquierda y sus manos, en actitud de bendecir, la convierten en un claro arquetipo del Amor Místico, lo que queda reforzado por la escena de fondo, centrada en la Semana Santa, de tanta tradición y celebración en la católica España del momento.