Hacia fines del siglo XVIII, llegó al Perú una expedición científica española con las corbetas Descubierta y Atrevida, también conocida como la expedición Malaspina (1789-1791), debido al nombre de uno de los capitanes al mando, Alejandro Malaspina. Su objetivo fue recorrer las entonces posesiones americanas y asiáticas de la corona española. A esta expedición se unió como pintor Fernando Brambila, natural de Italia, con el fin de pintar las vistas de los puertos y las ciudades en su recorrido. Más adelante, se dedicaría a grabar estas imágenes en láminas para su reproducción a través de la técnica del aguafuerte y aguatinta.
La imagen presentada es una de las tres vistas de los alrededores de Lima que Brambila realizó.