Imagen de la virgen coronada, vestida con un ropaje blanco con flores y cubierta con un manto azul estrellado, mientras está parada sobre una media luna, con un sol que se asoma detrás de ella. En la parte inferior de la virgen hay una escena en la que se puede ver a la Virgen María de niña, al lado de su madre, Santa Ana, quien la enseña a leer. Del lado derecho, se puede ver a san José vestido de verde y tiene en sus manos una palma y una vara de azucenas. Del lado izquierdo se puede ver a un hombre mayor que posiblemente sea san Joaquín (padre de la virgen) quien también sostiene una palma. En ambos lados de la imagen, a las orillas de un pequeño jardín, hay unos grandes bloques que sostienen a unos jarrones llenos de flores, más arriba, aparecen del lado derecho un espejo (que es un claro atributo a la virgen inmaculada) y un sol, y del lado izquierdo, hay una torre blanca (que puede ser la alusión a la torre de David), además de la luna.