José Risueño es uno de los artistas granadinos que mejor reinterpreta la obra de Alonso Cano pese a no haberlo conocido nunca, ya que nació en 1665, dos años antes de la muerte del Racionero.Escultor y pintor trabaja en Granada para iglesias y conventos bajo la protección del arzobispo Ascargorta. En este museo se conservan numerosas obras del artista y una de las más destacadas es esta Virgen de Belén, grupo realizado en terracota y policromado.Risueño escogió habitualmente esta técnica del barro cocido como soporte para sus esculturas de pequeño formato. De rápida ejecución, dejaba en ellas una impronta fresca e inmediata que hace de este tipo de grupos uno de los más interesantes de su producción y que mejor ejemplifican su arte.Son grupos escultóricos compactos y cerrados en los que aparecen san José y la Virgen, o sólo uno de ellos, con el Niño en brazos, recreados con una apariencia extremadamente delicada y dulce y con una enorme carga intimista lo que relaciona directamente estas obras con Cano.Risueño no acostumbra a representar a sus figuras en acción de dialogar, al contrario, el estrecho vínculo comunicativo que conlleva el afecto paterno filial que logra transmitir en sus grupos no necesita de palabras, como dijera el poeta: "el silencio se hizo imagen".