A la Virgen de la Merced se la identifica entre los santos emblemáticos de la Orden de la Merced: San Pedro Nolasco y San Ramón Nonato. Desde los hombros hasta la corona de la Virgen se despliegan un conjunto de luces y estrellas. Ella observa detenidamente al Niño quien sostiene un globo terráqueo y lleva al pecho el símbolo de los mercedarios. Ambos visten el mismo traje. La Virgen se encuentra posada sobre una nube y una luna creciente, cuyos vértices apuntan al cielo.