Columna monolítica de mármol fragmentado a distintas alturas. Se conserva gran parte del fuste acanalado y estriado. El fuste arranca con un suave toro liso quedando el resto del acanalado subdividido en su tercio central por bandas de cruces estriadas o cadenetas en aspa e incisiones verticales. Los filetes de las acanaladuras son gruesos. Culmina en una amplia faja de palmetas y florones vegetales alternados. Posee una amplia acanaladura trasera de posterior ejecución. La talla es biselada y aún siendo de buena calidad no alcanza a los ejemplares similares existentes en la fase inicial de la mezquita-alhama. Es ejemplo de la evolución hacia la geometrización de las formas y la búsqueda de efectos lumínicos en las producciones visigodas. Se ha detectado en el caso de los fustes una gran presencia de mármoles de importación, propios del periodo altoimperial, lo que permite apuntar el aprovechamiento de fustes romanos de mayor porte para la elaboración de los visigodos.
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