La obra presenta una vista tomada desde el campanario del Ex Convento de San Agustín, en en la Ciudad de México. El panorama se fue delimitado de la siguiente manera: a la izquierda por la calle que actualmente lleva el nombre de Isabel la Católica, y a la derecha por Venustiano Carranza; al fondo figura la presencia del Ajusco y del cerro de Chapultepec, así como de la entonces lejana Villa de Tacuba.
La mirada del autor corresponde a una ciudad de herencia virreinal, cuya fisionomía se mantenía prácticamente intacta hacia mediados del siglo XIX, se transformó y reinventó hasta convertirse en el espacio que actualmente conocemos.