Escena que representa enmarcada en un óvalo el momento que el ángel detiene a Abraham para sacrificar a su hijo primogénito Isaac. Al centro aparece Abraham con un hombre barbado que en una mano sostiene un puñal y con la otra le coge la manos a su hijo. Éste aparece tumbado boca a arriba sobre una piedra de altar. Encima de Abraham, en un complicado escorzo, aparece un ángel con las alas extendidas.
La escena se desarrolla en un entorno boscoso y al fondo se ve una ciudad en alto. Se encuadra dentro de la producción de Castillo denomida como "historiejas", donde escenas con carácter moralista se difuminaban en una profusa vegetación y generalmente son de pequeño formato.