Vestido de novia largo, con corte debajo del pecho y en la cintura. Tiene un cuerpo independiente, de manga larga, con cuello a la caja, sobre el que se pone el vestido con dos cuerpos cosidos entre sí: uno, con tirantes finos, y el otro, exterior, con tirantes anchos fruncidos que se unen en la espalda. El vestido se ciñe a la cintura con un cinturón forrado en la misma tela, que cierra con hebilla. El viso, con corte en la cintura y escote en pico, lleva tirante recto en la espalda y pinzas para entallar el pecho. Se cierra con corchetes en el costado izquierdo.
Este vestido fue confeccionado en el taller de costura de la casa EISA de San Sebastián. Por expreso deseo de la novia, Carmen Alústiza, el vestido que luciría el día de su boda tenía que alejarse de todos los detalles convencionales que caracterizaban los vestidos de novia. Por ello, la hechura y el tejido elegido están en total consonancia con los modelos en boga que presentaban las revistas de moda, en los que no podían faltar la capelina (según se denominaba en la época) o la pamela que completaba el vestido.