Para Francisco Rico, en el "Quijote" el paisaje de la Mancha no se describe, sino que se hace sentir. "La Mancha, esa tierra sin prestigio para los ojos prosaicos, ese territorio donde dar cabida al inestable equilibrio entre honra y pobreza, es el escenario escogido por Cervantes para librar la gran batalla entre idealismo y realismo", según nos dice Manuel Criado de Val.