En las primeras décadas del siglo XX, las mujeres de Sumpango vestían un traje de diario compuesto por un huipil blanco, un corte azul unido por medio de una costura bordada; una faja con rayitas de colores y una cinta tejida con el telar de cinta en Totonicapán. Existen reportes que para 1936, para cubrirse del frío las mujeres llevaban un sobrehuipil rojo, que se caracterizaba por el diseño bordado redondo con flores de colores y figuras geométricas. En la década de 1960, el sobrehuipil se convirtió en una prenda ceremonial que vestían las mujeres de la cofradía. Recientemente, éste se ha sustituido por uno originario de San Martín Jilotepeque (Chimaltenango).