La Adoración de los Reyes Magos

Esta pintura aborda el tema de la Epifanía que se narra en el evangelio de Mateo, según el cual unos sabios de Oriente, guiados por una estrella, llegaron a Jerusalén y después a Belén, buscando al niño Jesús para adorarle y entregarle obsequios de oro, incienso y mirra.
Pese a que le fuente bíblica no menciona el número ni los nombres de los sabios, a lo largo de la Edad Media se popularización los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, mencionados en los evangelios apócrifos de la infancia de Jesús, en donde son caracterizados como tres príncipes provenientes de las tres partes del mundo. La investidura de reyes posiblemente fue creada por el teólogo Tertuliano. (155-220 d.C.). En los Estados Germánicos, donde fue creada esta pintura, existe desde el siglo XIII una fuerte devoción a los tres reyes magos, como confirma la dedicación de la Catedral de Colonia a estos personajes.
El presente óleo es un testimonio de la convivencia simultánea de la influencia tardo medieval de Flandes e Italia, y de la influencia del Renacimiento en la pintura alemana, en el tránsito del siglo XV al XVI. Por ejemplo, el fondo dorado que crea una atmósfera sobrenatural y el tratamiento del paisaje recuerda la pintura con rasgos bizantinos (llamados en italiano alla maniera greca) realizada en Siena y Florencia durante el siglo XIV. Tanto el tratamiento de los paños, como el cuidado aplicado en los detalles de joyas y brocados, denotan la influencia de los pintores “primitivos flamencos” del siglo XV. Por último, el pesebre transformado en una construcción palaciega en ruinas, denota la aplicación de las leyes florentinas del decorum, innovación renacentista que consistía en crear escenarios correspondientes a la dignidad del protagonista.