Con esta pintura Gascón de Gotor se presenta a la Exposición Nacional de Bellas Artes, consiguiendo ser premiado con mención honorífica. El pintor fue el discípulo preferido de Unceta del que aprende la factura detallista y minuciosa. En esta pintura representa a una mujer de perfil que viste las ropas regionales aragonesas. Va cubierta con una mantilla negra y sus manos están entrelazadas en actitud de recogimiento. Es una composición sencilla recortada sobre un fondo neutro que con pocos elementos descriptivos consigue un máximo efectismo.
Es un depósito del Museo de Arte Moderno.