Los gitanos aportan al flamenco su capacidad creadora, sus extraordinarias cualidades para la interpretación y un conjunto de representaciones rituales que se escenifican en los pedimentos, bodas, bautizos o romerías que encuentran sus máximos exponentes tanto en las fiestas públicas, como en las familiares y privadas. El orbe de los artistas flamencos está plagado de rutilantes creadores e intérpretes gitanos que conviven y unen sus nombres a ilustres artistas castellanos-andaluces, extremeños y murcianos.