Ángel León aprendió a pescar en la Bahía de Cádiz junto a su padre. Y ha transformado ese amor por el mar en la enseña de su cocina, hasta el punto de recibir el sobrenombre de ‘Chef del mar’. En 2007 abrió el primer 'Aponiente', donde empezó a investigar los usos comestibles de los pescados de descarte -con ellos hace hasta embutidos marinos-, de las algas y del plancton. Desde 2015 Aponiente está ubicado en un molino de mareas a las afueras de la localidad gaditana. Allí, además de cocinar, se trabaja en la recuperación del estero y de la salina que lo rodea.