Vestido con corte en la cintura. El cuerpo va entallado con pinzas y frunce que arranca de los costados y llega al centro de la espalda en línea descendente. El escote es redondo y no tiene mangas. Falda évasée, más larga en la espalda que en el delantero, que luce una elegante cola. Va forrado en el escote y en el ruedo en satén negro.
La sencillez clásica del delantero contrasta con la complejidad barroca de la espalda, subrayada por una regia cola. El gazar, creado en 1958 por la casa suiza Abraham, fue fundamental para conseguir los artificiosos volúmenes que vemos en este vestido de noche.