Tocado occipital en forma de abanico realizado con un centro de plumas negras rodeado de otras blancas, de mayor tamaño, fijadas mediante la técnica de amarre sobre cordel base. De los nervios de éstas salen unas delgadas varillas envueltas en algodón, según una técnica especial de los karajá, cuyo extremo se remata con una pequeña pluma. En el rito de paso masculino de los jóvenes karajá, los adolescentes de una cierta edad y los hombres casados llevan este tocado, llamado "lahetô" o “casa para la cabeza”, mientras que los jóvenes que van a ser iniciados llevan un tocado distinto, un gorro con plumas rojas de guacamayo. El "lahetô" simboliza el sol, hay autores que creen que puede representar también el poblado, con las viviendas dispuestas en círculo y la casa de los hombres en el centro.