Cristián VII, de la Casa de Oldemburgo, fue rey de Dinamarca y de Noruega, y duque de Schleswig y Holstein, desde 1766 hasta su muerte. Como lema escogió "Gloria ex amore patriae", es decir, "gloria por amor a la patria".
Por motivos de su precaria salud mental —posiblemente padecía esquizofrenia—, fue un rey demasiado débil. Aunque oficialmente era un monarca absoluto, en realidad nunca se ocupó del gobierno; este había sido delegado al Consejo de Estado -su medio hermano, Federico, fue regente de Dinamarca en 1772; de 1784 a 1808, el hijo de Cristián, más adelante conocido como Federico VI, actuaba como regente no oficial.
Durante su reinado, se produjo el nacimiento de la ilustración, se instauraron ciertas reformas liberales y se inició una confrontación con el Reino Unido.