San Casiano de Imola fue un mártir cristiano, venerado como santo por la Iglesia católica. En Vida de los santos, un referente de la hagiografía moderna, Alban Butler señala el 13 de agosto como su onomástico.
Según Butler, San Casiano era maestro de escuela y fue apresado durante una persecución contra los cristianos. Al ser presentado ante las autoridades romanas se negó a ofrecer sacrificios a los dioses y fue condenado a muerte.