La época victoriana o era victoriana de la historia del Reino Unido marcó la cúspide de su Revolución Industrial y del Imperio británico. Aunque esta expresión se usa comúnmente para referirse al extenso reinado de Victoria, algunos académicos anticipan el comienzo del período, caracterizado por los profundos cambios ocurridos en las sensibilidades culturales y en las preocupaciones políticas, a la promulgación de la Ley de Reforma de 1832. Históricamente, esta etapa fue precedida por la Regencia y continuada por el período eduardiano.
La reina Victoria, con 64 años en el trono, tuvo el reinado más largo hasta entonces en la historia de los monarcas británicos, y los cambios culturales, políticos, económicos, industriales y científicos que tuvieron lugar durante su reinado fueron extraordinarios. Cuando Victoria ascendió al trono, Inglaterra era esencialmente agraria y rural; a su muerte, el país se encontraba altamente industrializado y la mayoría de su territorio ya estaba conectado por una red ferroviaria que seguía expandiéndose. La transición no fue suave.