Franz Peter Schubert fue un compositor austriaco de los principios del Romanticismo musical pero, a la vez, continuador de la sonata clásica siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven. A pesar de su corta vida, dejó un gran legado, que incluye más de seiscientas obras vocales seculares, siete sinfonías completas, música sacra, óperas, música incidental y gran cantidad de obras para piano y música de cámara. Entre sus obras principales figuran el Quinteto La trucha, la Sinfonía inacabada, la Sinfonía Grande, las tres últimas sonatas para piano, la ópera Fierrabras, la música incidental de la obra de teatro Rosamunda y los ciclos de canciones La bella molinera y Viaje de invierno.
Nació en el suburbio Himmelpfortgrund de Viena, y sus dotes poco comunes para la música fueron evidentes desde una edad temprana. Su padre le dio las primeras lecciones de violín y su hermano mayor le dio lecciones de piano, pero Schubert pronto superó sus habilidades. En 1808, a la edad de once años, entró como alumno en la escuela Stadtkonvikt, donde se familiarizó con la música orquestal de Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven.