Wilhelmus Simon Petrus Fortuijn, conocido como Pim Fortuyn [pɪm fɔʁtœʏn], fue un político, funcionario público, sociólogo, escritor y profesor neerlandés, fundador del partido LPF y asesinado por Volkert van der Graaf durante la campaña electoral de 2002 por sus posiciones críticas hacia las políticas de inmigración indiscriminada y contra el fundamentalismo islámico. Abiertamente homosexual y católico devoto, defendía que el aumento de una subcultura islamista suponía un peligro para los valores democráticos de los Países Bajos.
Sus adversarios políticos lo encuadraban en la derecha populista y sus detractores incluso llegaban a equipararlo con personajes xenófobos y de extrema derecha como Jörg Haider en Austria o Jean-Marie Le Pen en Francia, algo a lo que él siempre se opuso con vehemencia. En opinión del periodista Bruce Bawer, «su energía intelectual y su determinación moral no encajaban en absoluto con el burocrático ambiente del poder holandés, obsesionado con el consenso general».