Leopoldo III de Bélgica fue el cuarto rey de los belgas, entre 1934 y 1951, año en que abdicó en su hijo Balduino I de Bélgica. Su reinado estuvo marcado por la invasión de Bélgica por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, a la que Leopoldo apenas ofreció resistencia; la oposición que esto le granjeó en el público fue finalmente causa de su abdicación el 16 de julio de 1951.