Cristián X de Dinamarca fue rey de Dinamarca de 1912 a 1947 y el único rey de Islandia, entre 1918 y 1944, siendo hijo del rey danés Federico VIII y la reina consorte Luisa de Suecia. Fue miembro de la casa de Glücksburg y el primer monarca desde el rey Federico VII que nació dentro de la familia real danesa, pues tanto su padre como su abuelo nacieron como príncipes de una familia ducal de Schleswig. Entre sus hermanos estaba el rey Haakon VII de Noruega. Su estatura era de 2.03 metros.
Su personaje ha sido descrito como autoritario y personificó fuertemente la importancia de la dignidad y el poder real. Su renuencia a abrazar plenamente la democracia dio lugar a la Crisis de Pascua de 1920, en la que disolvió el gabinete liberal-social democráticamente elegido y con el que no estaba de acuerdo, e instaló uno de su elección. Esto era permitido por la constitución, pero el principio del parlamentarismo se consideraba una costumbre implantada desde 1901.