Ronald Aylmer Fisher fue un estadístico y biólogo que usó la matemática para combinar las leyes de Mendel con la selección natural, de manera que ayudó así a crear una nueva síntesis del Darwinismo conocida como la síntesis evolutiva moderna, y también un prominente eugenista en la parte temprana de su vida.
En 1919 empezó a trabajar en Rothamsted Research, una estación agrícola experimental donde desarrolló el análisis de la varianza para analizar los inmensos datos de sus cultivos desde 1840, y donde en los próximos años estableció su reputación como bioestadístico. También fue uno de los mayores fundadores de la genética de poblaciones. Entre otras cosas, resumió el principio de Fisher, propuso el denominado modelo de selección sexual runaway y la hipótesis del hijo sexy, e ideó la ecuación de Fisher, el valor reproductivo y la desigualdad de Fisher.
Anders Hald le llamó «un genio quién, casi a solas, creó las fundaciones por la ciencia moderna estadística», mientras Richard Dawkins lo nombró «el biólogo más grande desde Darwin. No solo fue el más original y constructivo de los arquitectos del síntesis neo-Darwiniano.